Vasos de whisky
Hay veces en las que la forma y la función no es que se sigan ni vayan de la mano, es que copulan emitiendo ondas de placer que recogen todos los sentidos. Eso mismo sentí cuando brindé con esta preciosidad:
No hablo del whisky ¡que podría! sino del vaso, diseñado por Rikke Hagen para Normann.
Esas diagonales —tan escandinavas— le van perfectas al whisky, que necesita un vaso con el cuello algo más estrecho por arriba para retener mejor el aroma. La base también es bella y funcional a la vez: pesa pero no demasiado y pide descansar sobre la palma de la mano, algo que ayuda a calentar ligeramente el whisky, haciendo que se desprendan más sus aromas.
La página de producto de Normann (muy bien diseñada, por cierto) tiene una galería de fotos destacable. Las que siguen, sin embargo, las he hecho en casa hoy mismo:
Los vasos no los descubrí yo, fueron el regalo de cumpleaños de Sandra. Los llenamos de esta maravilla y brindamos por mis recién estrenados cuarenta.