Factores y colectivos
¿Lo tiene más difícil una mujer joven y soltera que vive en Madrid o un padre de dos hijos que vive en Canarias? ¿Un chico de familia pobre o uno de familia acomodada con problemas de dicción? ¿Una marroquí rica o una belga pobre? ¿Una que cuida de su hermano pequeño o uno que sufre dislexia?
¿Cuántos factores exógenos pueden perjudicar el acceso, la formación y el éxito profesional de alguien que diseña (o se dedica a cualquier otra profesión)?
A mí, ahora mismo, me salen estos:
Tener pocos ingresos (propios o familiares)
Vivir en un país pobre
No ser hombre
No hablar idiomas
Tener un acento muy marcado
Tener dificultades para expresarse
Ser introvertido/a
No tener apoyo familiar
No ser de raza blanca
Vivir lejos de las grandes capitales
Tener un timbre de voz desagradable
Tener mala infraestructura de internet donde vives
Tener hijos en edades tempranas
Vivir en un barrio deprimido
Tener una familia desestructurada
Tener alguna discapacidad física
Sufrir problemas de dicción
Sufrir dislexia
Tener familiares dependientes
Tener problemas visibles en la piel
Sufrir alguna enfermedad mental
Ser desfavorecido/a físicamente (fea, obeso, demasiado baja, demasiado velludo…)
Sufrir trastornos del sueño
Estar en edad madura
Obviamente son más, aunque ahora no se me ocurran. ¿Te viene algún otro a la cabeza? ¿Cuáles crees que pesan más?
Yo diría que algunos son más perjudiciales que otros y todos injustos. Hay manos de cartas malas, muy malas y terribles. Todos lo hemos visto y alguna seguro que hemos vivido.
Es algo complejo, intrincado, de muchas variables. Cada persona tiene una situación (o varias sumadas) y la afronta con los medios y esfuerzos que tiene, es lo natural.
Simplificar es siempre injusto hacia unos u otros. Hacer grupos y priorizarlos también lo es.
La tendencia actual, el zeitgeist del momento, exige la visión colectiva y castiga la particular. En lugar de ver dificultades que compensar, vemos colectivos a quienes priorizar sobre otros, dejando las particularidades fuera, perjudicando a quienes sufren una desventaja “no colectivizable”.
De una manera un tanto orwelliana, todo son colectivos y todos los colectivos son iguales, pero unos lo son más que otros.