Mari-Carmen Marcos
Se nos ha ido Mari-Carmen Marcos y casi con urgencia siento la necesidad de recordar quién ha sido para nuestra profesión y de compartirlo con quienes de vez en cuando me escuchan hablar sobre diseño.
Conocí en persona a Mari-Carmen en un congreso de la Asociación de Interacción Persona-Ordenador en Lleida en 2003. Ya nos habíamos intercambiado mails tiempo atrás. Desde el principio de nuestra profesión, allá por el 2000 ella estaba en las conversaciones, aportando un punto de vista muy integrador entre la forma de ver nuestra disciplina desde la universidad y la que teníamos en el sector privado.
Mari-Carmen Marcos fue una pionera y una entusiasta. Escribió mucho, compartió saber, formó a muchos y supo integrarnos en iniciativas útiles y buenas. Suyo es el mérito del master de la Pompeu Fabra que –si no ando errado– debió ser el primer o el segundo master de experiencia de usuario que nacía en una universidad.
Cuando yo acababa de escribir mi parte del libro La Experiencia del Usuario, Mari-Carmen tuvo el gesto cariñoso de presentarme a su padre, a quien le había enseñado mi texto. Sabiendo su padre que me apasionaba la historia de la radio, me regaló dos walkie-talkies (que tengo delante ahora mismo), que usó él para tender la primera línea telefónica directa desde Tarifa a Irún, de punta a punta de la península. También me regaló el transistor que le mantuvo en vela en las guardias que hizo en un portahelicópteros durante su servicio militar. ¡Qué detalles más bonitos!
Mari-Carmen es una de las pocas doctoras que tenemos en interacción en España. Su actividad docente, en investigación y publicaciones ha sido muy notoria para alguien de su edad y desde luego importante para todo el sector. No voy a relatar aquí sus logros académicos. Sólo diré que su tesis doctoral, publicada en 2004, está con orgullo en la biblioteca de Tramontana.
El sector del diseño de interacción es diez o veinte veces más grande de lo que era hace quince años. Ojalá este texto llegue a algunas de esas personas nuevas para que sepan algo más de una persona cariñosa, buena, brillante y trabajadora que contribuyó mucho a apuntalar el crecimiento de nuestra disciplina.
Mando un abrazo fortísimo y lleno de cariño a sus niños, a Nacho y a sus padres. También a sus compañeros y compañeras en la UPF.