Ulm metálico
No sé si amar u odiar el grano del Fomapan. Lo amo por la textura que logra dar a veces. Lo odio porque es imprevisible.
Me gustó el efecto metálico que adquiría ese edificio al final del Danubio, desafiando a la vista opuesta, la del Ulm medieval, como una especie de nave alienígena recién aterrizada.