Estudiar diseño de interacción: ¿carrera o especialización?

Quiero estudiar diseño de interacción pero mis padres dicen que seria mejor especializarme mediante un máster. En ese caso... ¿Que me recomendaría estudiar antes de diseño de interacción?

Me han preguntado algo parecido varias veces en el último mes. En algunos casos han sido estudiantes de bachillerato a falta de unos meses para entrar en la universidad; en otros han sido padres de estudiantes que me conocen, saben que enseño diseño, y  ven cierto confort económico en la gente que se dedica a esto.

Mi respuesta a esta pregunta es personalísima, sesgada e incompleta, pero se nutre de varias experieriencias que me dan cierta perspectiva:

  • he sido sido universitario.

  • he sido alumno de asignaturas de posgrado enfocadas al diseño.

  • he sido profesor de másters de diseño en varias universidades.

  • imparto un programa que no otorga títulos ni tiene reconocimiento oficial, pero que (por fortuna) tiene mucha demanda.

Y por último... llevo diecinueve años viviendo de diseñar servicios y productos interactivos.

Vamos por partes:

Universidad, ¿sí o no?

Mucha gente que quiere dedicarse al diseño se pregunta si debería ir a la universidad o si, por el contrario, debería asistir a algún programa más técnico y con enfoque práctico donde le enseñasen cuanto antes el oficio.

La universidad es el único lugar y momento en el que vas a poder dedicar tiempo a estudiar y conocer cosas con el único objetivo de entenderlas, sin la presión de la rentabilidad, de los tiempos o de la utilidad aplicada de lo que estudias. Una vez que entras en el mercado laboral, eso se acaba: si te dan tiempo para que estudies algo, no es porque busquen que te enriquezcas cultural o intelectualmente sino porque tienes que aplicarlo a algo, tienes que convertir ese conocimiento en dinero.

Tener esos años para cultivarte, para construir tus estructuras intelectuales y culturales, para asentar fundamentos de diferentes saberes es algo que te hará mejor diseñador. No tengo la menor duda de esto.

Hay quien trae de serie esa hambre por aprender y que sin pasar por la universidad se ha forjado una cultura de base muy rica. Y hay quien mantiene esa actitud toda su vida. Son casos excepcionales: por maravillosos pero también porque son "la excepción". A medida que avanzamos, la familia, las relaciones, el trabajo, compiten por nuestras horas de actividad mental y cada vez es más complicado aprender cosas por el mero afán de conocimiento. Por eso es bueno aprovechar esos años previos a entrar en materia laboral.

La universidad también te da algo muy valioso: epistemología. En otras palabras, te enseña a aprender con rigor, a entender qué es ciencia y qué no, cómo discernir la objetividad de la elucubración, la diferencia entre la hipótesis, la teoría y la evidencia. La universidad te da rigor en el aprendizaje.

En resumen: sí, ve a la universidad. Pasa allí cuatro o cinco años y disfruta la inmersión.

¿Ciencias sociales o carreras técnicas?

El diseño es una disciplina en la intersección de varias áreas: la cultural, la económica, la artística, la técnológica... Le pasa un poco lo que a la arquitectura: es la proyección de artefactos de naturaleza técnica para usos sociales y humanos. O sea, es las dos cosas: ciencias y letras. Hablo de ello en este otro artículo: Carta a una diseñadora que crece; en él explico que una buena diseñadora será la que sepa nutrirse de todas esas áreas, que entienda la relación de la economía con lo diseñado, la influencia de las corrientes sociales, de lo político, lo material, lo técnico... Que entienda y abrace las artes, que comprenda las claves de lo que nos hace sentir, que sepa deconstruir lo bello.

Yo estudié Ciencias Políticas y Sociología, que en Granada en 1995 era una licenciatura común. Cuando empecé no imaginaba que me daría mucho de lo que hoy uso para diseñar y entender el diseño. Lo aprendido de  humanidades (historia, derecho, filosofía) y de ciencias sociales (estadística, sociología, psicología) me fue utilísimo. Tuve la suerte de poder cursar un año en la Universidad de Washington, en Seattle, con profesores que me conectaron todo aquello con teorías nuevas sobre la comunicación, cuando los primeros estudios sobre nuevos medios se estaban escribiendo.

Todo eso me ha llevado hasta el lugar que tengo hoy, sí, pero eso no significa que ese sea el mejor camino. ¿Haría lo mismo hoy? Pues no lo sé, porque como decía Steve Jobs, you can only connect the dots looking backwards.

Sí se que el diseño es una fuerza cultural y social, que no son cuatro técnicas de research (la cursiva es intencionada), seis principios de psicología pop y media docena de trucos de prototipado. El diseño ocurre multidimensionalmente. No me aproximaría al diseño desde una carrera exclusivamente técnica. Lo abordaría desde una carrera de humanidades.

Dicho esto, repito aquí algo que he dicho en otras ocasiones: algunos de los mejores diseñadores que conozco han llegado desde ingenierías técnicas. La ingeniería les ha dotado de un sentido de la estructura, de la belleza matemática, del orden... Y sólo ha hecho falta reforzar ese esqueleto con musculatura de humanidades y sentido estético (que se aprende, sí) para que se convirtiesen en grandes diseñadores.

En resumen, carreras que vayan a la base del conocimiento, que enseñen desde lo atemporal, lo clásico, que no vayan a caducar en quince años y que aporten suficiente raíz y tronco como para poder enfilar las ramas en diferentes direcciones: psicología, sociología, arquitectura, física, ingenierías...

Pero… ¿Puede haber una carrera de diseño de interacción?

El diseño de interacción es una disciplina cambiante, demasiado nueva como para hacer de ella una carrera entera. La interacción de hace treinta años no se parece a la de hace veinte ni a la de hace cinco. Sí, hay mucho en común (eso precisamente enseño yo), pero no creo que justifique cuatro años de carrera, salvo que esa carrera sea un compendio de humanidades, una muy buena base para dedicar un año final a concretar lo aprendido en el soporte digital.

Pero además, ¿Sabes una cosa? Lo que quieras hacer con veintitrés años no tendrá mucho que ver con lo que querrás hacer con treinta y tres. Así que mejor consigue una buena base los primeros años y ve especializándote según necesites.

Y una última cosa: dedica tiempo a elegir bien tu tipo de universidad.

Mi tipo de universidad

No creo en las universidades que forman a profesionales listos para el mercado de trabajo. Creo en las que forman a gente culta, con buenas bases, con amplitud de miras, sentido del rigor, madurez intelectual, objetividad y hambre crónica de conocimiento. Esas son las mejores bases para cualquier buen profesional. Y a partir de ahí, especialización.

St. John of the Cross

During the last year I spent many hours reading the poetry of Saint John of the Cross and also his biography. It had such a profound effect on me that I decided to visit the places where he lived, trying to see a bit of what he saw, to be where he was, in an innocent attempt at better embracing his philosophy.

The project is incomplete, since there are still unchecked places and also some others that demand a second, more thoughtful visit. I will do so when I’ve saved enough time and silence to do so.

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All photos were taken with the Rollei SL66e and Portra 400. I am satisfied with the results but next time I will bring the Mamiya 6 or the Mamiya C330 instead. The Rollei is not only way heavier but it also feels a bit fragile to be used in the coun…

All photos were taken with the Rollei SL66e and Portra 400. I am satisfied with the results but next time I will bring the Mamiya 6 or the Mamiya C330 instead. The Rollei is not only way heavier but it also feels a bit fragile to be used in the countryside with dust and all.

Trombone

Summer was coming to an end. It had been a hot day and the streets of Madrid were empty with most people still on vacation. Silence was caressed by the jazz notes of a trombone.

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Cinestill 800 is a tricky emulsion. I used it with a Carl Zeiss 35mm f1.4 and a Contax body, pushed to 1600 and the results were... just ok. I had to increase the exposure a bit on Lightroom for the images to be usable. I find the green dominant a bit uncomfortable. What do you think? Have you used it? And if so, for kind type of photos?

Pensions

I’m sure that pensions and modest hotels hold better and much more interesting stories about their guests than fancy ones. I sometimes like to spend my travel nights in them, often in small towns, wondering about the motives, hopes or worries of those who stayed before me: why did they stay there? How many nights did they spend? Was it a family trip, business, or perhaps a visit to a sick relative? Was the person who preceded me on that bed happy? Was he or she worried? Old or young?

Rollei SL66e, Kodak Portra 400, developed at La Peliculera.

Rollei SL66e, Kodak Portra 400, developed at La Peliculera.

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Mom

Not only a beautiful soul, also the best mother I could imagine and a great artist with an extreme sensibility for colors. She’s still shy about her painting work, but you can get a small glimpse of her last work here.

Mamiya c330 and Ilford XP2 400, developed at La Peliculera.

Mamiya c330 and Ilford XP2 400, developed at La Peliculera.

This photo comes from one of my first rolls shot with the Mamiya c330, which was a bit intimidating at first —too many wheels to check prior to taking a photo— but became almost intuitive after a a couple of rolls. The results ended up being as good (perhaps even better since the C330 is a bit easier to focus), also smooth and textured as with the big Mamiya RB67 for half the size. 

AVE MAD-BCN

Hundreds of bodies rushing out of trains that braked after traveling at unimaginable speed. Those rays of sun invite me to stop and ask myself if all that rushing is really necessary, when January is presenting us such morning.

I doubt between taking that train to Barcelona or staying there, watching, letting that warmth caress me.

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I took the photos with an Olympus Olympus OM-2, a Zuiko 50mm f1.4 and Kodak Gold 200 film (except for the last one, which is Kodak Ultramax 400) All of them were developed at La Peliculera.

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Skin, light and cotton

Three textures: skin, light and cotton. Wet, sky and warm. The tones the engineer who formulated Kodak Gold’s emulsion probably dreamed about.

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All these photos were taken with an Olympus OM-2n with a Zuiko 50mm f1.4, a tiny kit that is a joy to use because it adds the only sound that’s allowed on a calm Saturday morning.

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Olympus OM-2n and Kodak Gold 200, developed at La Peliculera.

Olympus OM-2n and Kodak Gold 200, developed at La Peliculera.

Ulm

FujiFilm Tiara II con Fomapan 400, revelada en Yetilab 

FujiFilm Tiara II con Fomapan 400, revelada en Yetilab 

Atardecía en Ulm tras una jornada agotadora. Mi hijo descansaba en la habitación del hotel mientras yo me daba un paseo por los alrededores. Ulm tiene una de las catedrales más altas del mundo (se disputa el mérito con la de Colonia), de antes de que la reforma protestante transformase esos templos erigidos a la gloria de Dios en modestos edificios de “estudio evangélico”.

La FujiFilm Tiara viñetea un poco las fotos, lo que sumado al imprevisible grano del Fomapan le da a la escena una textura casi de época.